“TIROTEOS MASIVOS”
ARMAS, ODIO Y CRISIS CIVILIZATORIA.
EL LABERINTO Y EL HILO PERDIDO

El 28 de julio Santino William Legan mató a 4 personas y dejó heridas a 13 más en el festival de comida de Gilroy, California. Patrick Crusius entró armado a un Walmart en el Paso, Texas, donde murieron 22 personas y resultaron heridas a otras 24 el sábado 3 de agosto. Horas después, Connor Betts ataca en un bar en Dayton, Ohio, y deja 17 heridos y 10 muertos. Sin embargo, Gun Violence Archive registró, en total, siete eventos de tiroteos desde el 28 de julio hasta el 4 de agosto en Estados Unidos.

El domingo 28 de julio Santino William Legan abrió fuego en el Gilroy Garlic Festival, en Gilroy, California. Cuatro personas murieron –entre ellas el tirador– y 13 resultaron heridas. El ataque fue llevado a cabo con un rifle semiautomático que presuntamente fue adquirido de manera legal en Nevada pero ilegal de portar en California.

Las autoridades indican que no son claros los motivos de este tiroteo, pero se sospecha que está ligado a ideas supremacistas por las publicaciones que se encontraron en el Instagram del culpable.

El sábado 3 de agosto Patrick Crusius entró armado a un Walmart en El Paso, Texas, donde mató a 20 personas, dejó heridas a otras 24. El tirador fue arrestado por la policía y declaró que el ataque fue una respuesta a la “Invasión Hispana en Texas” y que “su objetivo eran los mexicanos”.

Minutos antes del ataque, se publicó en la plataforma 8chan un manifiesto llamado La Verdad Incómoda, donde el autor simpatiza con los tiroteos en Christchurch, Nueva Zelanda, y expresa su desacuerdo con los inmigrantes, principalmente de origen hispano. Este manifiesto podría estar vinculado a Crusius, pero aún no se confirma quién es el autor original.

La siguiente imagen es un análisis del discurso de la primera página del manifiesto de Crusius, hecho por el columnista Brandon Friedman, donde es evidente que las declaraciones del tirador están ligadas a un discurso político específico.

Brandon Friedman agrega en un subtweet:

“Ahí hay (en el manifiesto), literalmente, líneas directas entre lo que los terroristas creen y lo que se repite diariamente por los medios de comunicación conservadores y el presidente de los Estados Unidos.”

Algunas líneas de las similitudes en las declaraciones son, por ejemplo, en un tweet del 31 de junio Donald Trump publica en Twitter “Se envían más tropas a la Frontera Sur para detener el intento de invasión de ilegales”, y en el primer párrafo del manifiesto el autor escribe “Éste ataque es una respuesta a la invasión hispana en Texas.” Solamente en la primera página del manifiesto se pueden ver otras 9 comparaciones con declaraciones políticas semejantes, donde se destaca el tema de la migración y el Partido Republicano.

El documento concuerda con la ideología supremacista blanca, y es una muestra de la reproducción de discursos racistas en plataformas digitales.

El Paso es una ciudad fronteriza que colinda con Ciudad Juárez, y ante la crisis migratoria de los últimos meses, ha recibido un flujo importante de refugiados centroamericanos, sin embargo, el territorio también es el hogar de muchos estadounidenses de origen mexicano y latinoamericano que llevan generaciones viviendo legalmente en el país. Este tiroteo es un reflejo de la animadversión y odio que sienten algunos nacionalistas blancos por los inmigrantes y de cómo otros casos similares les han motivado para reproducir estos ataques.

El 4 de agosto en un bar de Dayton en Ohio, alrededor de 15 horas después del ataque en Texas, Connor Bretts, descrito como una persona agresiva e inestable, mató a 9 personas –incluida su hermana– y dejó heridas a otras 27 con un rifle que había adquirido legalmente por internet. El tirador fue abatido por las autoridades y a la fecha se desconocen los motivos claros del ataque. Las autoridades informaron que cuando Betts era estudiante tenía una lista de víctimas a las que quería violar y matar, principalmente formada por mujeres que lo habían rechazado.

El siguiente grafo es una representación de 42,000 tweets que utilizaron los hashtags #elpasoshooting, #whitesupremacistterrorism y #trumpsterrorists, y da cuenta de las relaciones entre usuarios y los hashtags mencionados. En esta descarga identificamos 25,501 nodos, 50,825 aristas y 76 comunidades.

Grafo 1. Relaciones de Usuario a Hashtag, de los HT #ElPasoShooting, #WhiteSupremacistTerrorism y #TrumpsTerrorists. Elaborado por Signa_Lab.

Comunidades: 76
Nodos: 25,501
Aristas: 50,825

En esta visualización es evidente la separación que existe entre las comunidades de las etiquetas mencionadas. La conversación de El Paso se relaciona más con etiquetas enlazadas al tiroteo de Dayton (#DaytonOhioShooting, #DaytonShooting), que ocurrió en menos de 24 horas después de #ElPasoShooting. Es más visible la articulación entre #WhiteSupremacistTerrorism (que está directamente relacionado a #ThisIsAmerica) y #TrumpsTerrorists.

El lunes 5 de agosto el presidente Donald Trump ofreció un discurso en la Casa Blanca referente a los tiroteos de El Paso y Dayton. Trump condena el racismo, el fanatismo y a la supremacía blanca, pero se ha negado a establecer medidas firmes para regular el control de armas, y ha centrado su discurso en cómo medios de comunicación, videojuegos e internet representan una motivación a la violencia, sin tomar en cuenta que sus propias publicaciones y declaraciones en Twitter también fomentan la polarización política.

En ese mismo discurso, el presidente confundió “Dayton” con “Toledo”, que también es una ciudad en Ohio. Donald Trump recibió múltiples críticas por su error en Twitter.

El grafo que se muestra a continuación es la relación entre usuarios y hashtags de la descarga en streaming con los términos toledo y whitesupremacistinchief. Se obtuvieron 481,801 tweets, de los que se desprenden 38,176 nodos, 61,824 aristas y 1,554 comunidades.

Grafo 2. Relaciones de Usuario a Hashtag de los términos ”Toledo” y “WhiteSupremacistInChief”. Elaborado por Signa_Lab.
Comunidades: 1,554
Nodos: 38,176
Aristas: 61,824

Las comunidades que más destacan, además de toledo y whitesupremacistinchief, que fueron los términos de búsqueda de la descarga, son toledomassacre, como una respuesta sarcástica al comentario de Donald Trump –que está vinculado también con los términos toledo y dayton–, 25thamendmentnow³, trumpspeech y daytonshooting.

En la misma línea de articulación aparece el término resigntrump (renuncia trump, en español), trumpresignnow (trump renuncia ya), que junto con 25thamendmentnow representan la exigencia de las personas inconformes con el presidente y su respuesta ante los tiroteos.

Otro término cercano a toledomassacre es videogamesarenottoblame, que también responde al discurso del lunes 5 de agosto.

Los autores de los tiroteos de Gilroy, El Paso y Dayton eran hombres blancos de mediana edad y los dos primeros estaban de alguna manera relacionados con la Alt-right o con la supremacía blanca (por publicaciones en redes, testimonios de gente conocida o por textos publicados y/o actividad en foros que frecuentan quienes apoyan a estos grupos), y todos pudieron adquirir fácilmente sus armas.

Patrick Crusius confesó ante las autoridades estadounidenses que su principal “objetivo” (o target, en inglés) en el tiroteo de El Paso “eran los mexicanos”, lo que confirma un ataque motivado por el racismo. Santino Williams Legan, además de sus publicaciones sugerentes en Instagram, también tenía una lista con nombres de sus posibles víctimas, al igual que Connor Betts, y las autoridades encontraron evidencia de que estaba involucrado en ideologías violentas.

Algunos Demócratas responsabilizan a Donald Trump por lo que ellos llaman “tolerancia hacia los grupos de nacionalistas blancos” y por no aceptar su responsabilidad al promover con sus cerradas políticas migratorias el rechazo a los inmigrantes.

El siguiente grafo se compone de 146,100 tweets de una descarga en Stream de los términos whitesupremacistinchief, trumpterrorists y whitesupremacistterrorism. Esta visualización se conforma de 52,695 nodos, 103,124 aristas y 544 comunidades.

Grafo 3. Relaciones de Usuario a Hashtag de los términos “WhiteSupremacistInChief”, “TrumpTerrorists” y “WhiteSupremacistTerrorism”. Elaborado por Signa_Lab.
Comunidades: 544
Nodos: 52,695
Aristas: 103,124

¿Basta con que el presidente de los Estados Unidos condene los tiroteos y tuiteé acerca de ellos? Cada que ocurre un evento cuyo motor es la intolerancia, una persona con las mismas ideas recibe la motivación necesaria para reproducir el modelo de ataque y, ¿qué pasa cuando las condiciones a su alrededor son propicias para cumplir su objetivo? Es fundamental considerar que la espantosa abundancia de tiroteos masivos no es causada por una sola problemática, sino un conjunto de problemáticas tales como el racismo, la violencia de género, la salud mental y por supuesto, la laxa regulación de armas de Estados Unidos.

A partir de la descarga de los hashtags #WhiteSupremacy y #WhiteSupremacistTerrorism en Instagram⁴, Signa_Lab descargó una muestra de publicaciones para conocer las articulaciones en esta red, principalmente utilizada por jóvenes.

La particularidad de esta parte de la discusión online es que la red de hashtags que predominan alude a lemas y consignas que vienen de grupos afroamericanos, como respuesta crítica a las distintas formas de racismo que hay en la sociedad estadounidense, señaladas con mucha mayor claridad en los últimos años, en gran medida, gracias a la circulación de material audiovisual que ha demostrado actos de violencia policial desproporcionada y marchas en las calles, que han producido una conversación crítica on y offline, que ha llevado a que cada vez más personas tengan un posicionamiento claro frente a este tipo de violencias.

El primero de los siguientes grafos muestra 39,024 relaciones entre 6939 nodos, agrupados en 4308 comunidades. El segundo grafo es una acercamiento a los hashtags con mayor número de interacciones, en donde se destacan claramente etiquetas como racism, blackunity, whiteprivilege, blackpride, entre otras.

Grafo 4. Conjunto de hashtags en Instagram. Elaborado por Signa_Lab.
Comunidades: 4308
Nodos: 6939
Aristas: 39,024

Es posible, entonces, pensar que el discurso crítico al racismo prevaleciente en Estados Unidos, consolidado en los últimos años, a través de la circulación de distintas resistencias en el entramado redes-medios-calles en cada vez más porciones de la población afrodescendiente, sea una de las capas más activas en un momento en el que los ataques más recientes son hacia la población latina en aquel país. De ser así, la respuesta de colectivos y grupos de latinos dentro fuera de Estados Unidos, su capacidad de articular una alianza con el discurso y con las prácticas de los colectivos afrodescendientes, puede ser una clave para que la presión hacia las autoridades, empezando por el presidente Trump, rindan fruto y vayan más allá de una aparente confrontación al mencionar a los grupos supremacistas blancos en un discurso de duelo por las víctimas, y se conviertan en una ola que aminore las medidas de persecución a latinos.

Sin embargo, el miércoles 7 de agosto, a menos de una semana del trágico fin de semana de ataques en Estados Unidos, se dio un movimiento sincronizado en dos territorios distintos. Por un lado, en El Paso, Texas, Donald Trump llegaba a la ciudad a acompañar a las familias de las víctimas, y por otro, personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, en Mississippi, llevaba a cabo la mayor redada contra inmigrantes que se tenga registrada en una sola ciudad, en la que alrededor de 680 personas fueron arrestadas.

Así, el panorama de tensiones entre los discursos críticos y anti-racistas que circulan en redes, las declaraciones oficiales analizadas y puestas en circulación desde los medios, y las secuelas de los ataques en las calles, con familias destrozadas y redadas policiales sucediendo a la par, configuran un escenario de incertidumbre con respecto a cuál será el siguiente paso y qué actor será el que gane o pierda terreno, como se muestra en la siguiente lista interactiva de hashtags utilizados en Instagram

Presentamos una visualización de mapas de calor donde se muestra el comportamiento cronológico de las tendencias: #elpasoshooting, #whitesupremacistterrorism, #trumpsterrorists, y #whitesupremacistinchief.

El sábado 3 de agosto por la mañana, alrededor de las 10:00 horas, se registraron las primeras denuncias del tiroteo en El Paso. A las 19:45 horas #elpasoshooting alcanza su punto más alto de actividad en Twitter con 693,000 tweets totales entre los días 3 y 6 de agosto.

En la madrugada del 4 de agosto se registró el tiroteo en Dayton. A las 9:35 de este día, emerge en la discusión el HT #whitesupremacistterrorism, el cuál acumuló 468,900 tweets entre los días 4 y 6 de agosto. Dos horas más tarde se le suma el HT #trumpsterrorists, que llegó a los 283,000 tweets.

Finalmente, el 5 de agosto se agrega #whitesupremacistinchief como otra variación a la discusión, que el día 6 de agosto alcanzó los 170,300 tweets.

#whitesupremacistterrorist, #domesticterrorists, #nraownstrump y #whitehate fueron algunos de los hashtags que de igual manera se sumaron a la discusión.

Los ataques en Estados Unidos tienen un profundo lazo con discursos neo-racistas y con la memoria colonial acuerpada en la historia profunda del país norteamericano. La producción de Estados Unidos como Estado está atravesada por la herida colonial como base de la afirmación de un proyecto nacional (primero por el exterminio de gran parte de los pueblos originarios, después por la esclavización de población africana y la conformación de una economía, en parte del país, sustentada en el modelo de plantación, luego vinieron las tensiones por la abolición de la esclavitud, guerra civil incluida, en el siglo XIX, y los distintos momentos de choque a lo largo de la segunda mitad del siglo XX), con la peculiaridad de que, con estas condiciones, se trata del país que logró convertirse en la primera potencia mundial.

La historia del racismo en occidente, como explicó el filósofo Michel Foucault (2001), no sólo implica odio hacia un grupo de personas en específico, también supone, por el lado epistémico o de producción del conocimiento como instrumento de poder, la utilización, sobre todo durante el siglo XIX, de ciertas partes de la teoría darwinista de la evolución de las especies (sobre todo la parte de la “adaptación del más fuerte”) como anclaje biológico que devino “argumento político” para legitimar la colonización y el exterminio de pueblos no europeos en todo el mundo por lo menos desde finales del siglo XV; del lado de instituciones del Estado, supone tanto la exposición de ciertas porciones de la población (indígenas, negros, mujeres, personas no heterosexuales, pobres) a cierto estatus de mayor vulnerabilidad en su modo de habitar (menos acceso a la salud, a la educación, al techo, etc.), como la legitimación, incluso a través del no cuestionamiento al status quo, de otras formas de vida (blancas, heterosexuales, cristianas, ricas, educadas, etc.) como la “norma” que merece ser vivida; del lado de los sujetos de a pie, el racismo puede suponer, en algunos casos, la propensión de ciertos miembros del grupo que se busca autolegitimar como “superior” sobre otros, a buscar esa construcción de identidad supremacista incluso mediante el sacrificio de quienes considera sus iguales, como un gesto de “purificación” de su propia “raza” (Foucault habla de la Alemania nazi, en donde se llegó a un punto en el que un vecino podía inculpar a otro y hacer que éste fuera arrestado por traidor).

Aunado al racismo, la colonialidad, como dimensión ética y conjunto de dispositivos de subjetivación activados por los distintos periodos de conquista europea en el mundo, ha sido analizada en las últimas décadas por distintos autores (Grosfoguel, 2013; Rivera Cusicanqui, 2006; Quijano, 2007; Mignolo,2007; Walsh, 2007; Castro-Gómez, 2007a, De Sousa, 2010), que han contribuido desde distintas latitudes a la comprensión crítica de la historia de la producción del imaginario de occidente como referente global legítimo, en muchos casos como el único referente, de sistemas de producción de verdad, y a identificar al menos tres capas de subjetivación y de construcción de horizontes civilizatorios: colonialidad del poder, colonialidad del saber y colonialidad del ser.

Estas tres categorías, de manera muy general, hacen referencia a los modos jerárquicos, patriarcales, piramidales que occidente ha producido, en muchos casos, como únicas posibilidades de organización gubernamental y de relación entre instituciones de gobierno y sujetos (colonialidad del poder); a los modos centrados en la filosofía, la ciencia y la teología como únicas posibilidades de acceso y producción de conocimiento válido, en lo racional con afanes objetivistas entre conocimiento y realidad, la hybris del punto cero le llama Santiago Castro-Gómez (2007b) por pensarse universal y no situado, y por excluir formas distintas de conocer la realidad (lo no medible, lo cotidiano, el pensamiento mítico, etc.) como formas legítimas de saberes y de aprendizaje (colonialidad del saber); y a las costumbres y valores acuerpados por el sujeto en el día a día, a través de los cuales en espacios cotidianos (pareja, amigos, familia, trabajo, desconocidos), las relaciones establecidas por las personas con sus pares y con los otros, sean de exclusión de la diferencia y/o posean un horizonte de relaciones de poder dominante, en donde sistemáticamente la relación beneficie sólo a una parte, a costa siempre de la otra (colonialidad del ser).

De modo que, en Estados Unidos, el tono de persecución en el discurso presidencial, su práctica en las redadas anti-inmigrantes, en las capturas en los centros de detención migratoria en los últimos meses y en los ataques perpetrados por ciudadanos norteamericanos a poblaciones no blancas, no se pueden comprender si únicamente se pone atención a ellas sin atender las raíces históricas que el racismo tiene en dicho país. Por ello es que pensar sólo a Trump como el gran problema también es agotar al problema únicamente en el presente. Si bien Trump ha sido el espaldarazo que necesitaban estos grupos desde un lugar con tanto poder para salir con mayor fuerza al espacio público (on y offline), no fue él quien los creó.

El laberinto del odio en Estados Unidos se ha ido construyendo durante siglos. La bestia del exterminio del otro, del considerado menos, es la que lo habita. Estamos dentro (todo el mundo) del laberinto con ellos. Tejer la historia del laberinto nos ayuda a comprenderlo, pero, a diferencia de Teseo, el presente carece de una espada mágica otorgada por Ariadna para asesinar a la bestia y salir de la trampa.

El racismo se exacerba en climas donde la discusión política se polariza, y es este tipo de climas los que han ganado más espacios, sobre todo en la arena digital, en los últimos años. Desmontar de manera crítica las consecuencias y las causas del racismo contemporáneo es una forma de contribuir al debate informado, necesario como nunca en estos tiempos, para desmantelar el laberinto de la violencia.

• CASTRO-GOMEZ, S. (2007a): “Michel Foucault y la colonialidad del poder” en Tabula rasa. No. 6. Bogotá
• CASTRO-GOMEZ, S.(2007b): “Decolonizar la universidad. La hybris del punto cero y el diálogo de saberes” en El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Santiago Castro-Gómez y Ramón Grosfoguel, ed. Siglo del Hombre Editores. Colombia. Pp. 9-24.
• DE SOUSA SANTOS, B. (2010), Para descolonizar Occidente: más allá del pensamiento abismal .1a ed. - Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales -CLACSO; Prometeo Libros. Pp. 31-8
• FOUCAULT, M. (2001): “Clase del 17 de marzo de 1976” en Defender la sociedad. Fondo de Cultura Económica. Argentina. Pp. 217-237.
• GROSFOGUEL, R. (2013): Para una descolonización epistemológica del paradigma moderno de occidente. Conferencia en el CEIICH / UNAM.
• MIGNOLO, W. (2007): El pensamiento decolonial: desprendimiento y apertura. Un manifiesto, en El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Siglo del hombre. Colombia
• QUIJANO, A. (2007): Colonialidad del poder y clasificación social, en El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Siglo del hombre. Colombia.
• RIVERA-CUSICANQUI, S. (2006): “Chhixinakax utxiwa. Una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores”, en Modernidad y pensamientos descolonizador. Memoria del seminario internacional. U-PIEB y IFEA. Bolivia.
• WALSH, C. (2007): Interculturalidad y colonialidad del poder. Un pensamiento y posicionamiento “otro” desde la diferencia colonial, en El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Siglo del hombre. Colombia.